LA LOTERÍA TOCÀ EN
BENIMACLET
En diverses ocasions la
sòrt ha vingut a parar al poble de Benimaclet, pero sempre hi ha una
primera volta. Això va ocórrer en l'any 1906 i en Benimaclet se
varen repartir alguns mils de les antigues pessetes. Moltes famílies
varen obtindre un pessic del premi, sobre tot moltes famílies humils
i treballadores.
La notícia aparegué
en la prensa d'aquells dies i nos narrà cóm arribaren els dècims i
les participacions al poble.
“La Correspondecia de
Valencia” ho relata aixina:

Los restantes
partícipes son: Mariano Navarro, dueño de una taberna de
Benimaclet, tiene 2 pesetas de participación que desde ayer valen
6.666 pesetas y céntimos.
Carmelo Lluna, pesador
público, tiene una participación de 1 peseta, equivalente 3.333
pesetas y pico.
Amparo Zarzo,
cigarrera, adquirió una parte de una peseta, habiendo cedido 2
reales (1.666 pesetas próximamente) a Patrocinio Senent, costurera.
El dueño de la
cochera, llamado Vicente, adquirió una fracción de 2 pesetas,
correspondiéndole en premio igual cantidad que a Mariano Navarro.
Lorenzo Sanmartín,
sereno, compró una parte de 2 pesetas, dando una fracción de 2
reales al guarnicionero de dicho pueblo.
Este, a su vez, dió
una parte de un real (833 pesetas 25 céntimos) al hijo de Cuenca,
carnicero. Al pagarlo sólo llevaba 20 céntimos, y un alpargatero le
prestó una perra chica. Cuando el carnicero quiso devolverle los
cinco céntimos, el alpargatero dijo que los quería en fracción del
billete. El carnicero así lo hizo, regalándole una morcilla como
interés del préstamo.
El sereno dió otros
dos reales de parte á Antonio Roig el Sant, quien los repartió
entre su mujer, dos cuñadas y su suegra.
Han correapondido,
pues, con estas divisiones ysubdivisiones: al sereno 3.333 pesetas y
pico; a la familia del Sant 1.666 pesetas; al guarnicionero 833
pesetas 25 céntimos; al carnicero 666 pesetas 60 céntimos, y al
alpargatero, por los cinco céntimos de participación 176 pesetas 65
céntimos.
María Rosa Monserrat,
cigarrera, tomó 5 pesetas de parte, repartiendo 2'50 pesetas de
fracciones entre varias mujeres de la sección de desvenado de la
Fábrica de Tabacos, Teresa la Barbera adquirió una parte de 2
reales, correspondiéndole 1.666 pesetas.
Igual cantidad tiene
Salvadora Dondenis. Un hijo de esta, llamado Agustín Chancosa,
tornero en madera, lleva una peseta de particiggción en el billete
premiado.
Concha Escuder que tomó
11 reales de parte, repartió 9 entre varias vecinas, reservándose
la cantidad restante.
Dolores Zarzo lleva dos
reales de participación.
Tereseta la “Caldera”
tomó una fracción de 50 céntimos, habiendo dado a otra persona 25
céntimos”de parte.
Francisco Roig,que
lleva seis reales de parte, ha ganado 4.999 pesetas y pico.
La joven Concha
Almenar, que adqurió una fracción de una peseta, dio a su novio 50
céntimos de participación, y se dice que a una parroquiana suya
cedió una parte de un real.
Poseen, pues, dichos
novios 2.499 pesetas y pico.
Teresa Segarra lleva 50
céntimos de parte y María Ballester, cigarrera, una peseta. Igual
cantidad lleva otro vecino.
La cigarrera
Encarnación Estellés lleva también una peseta de parte, y Manuela
Dondenis un real.
A las diez y cuarto de
la noche entraron en el Suizo los poseedores de partes del 16.639
Mariano Navarro, Carmelo Lluna, José Sanmartín, esposo de la citada
Amparo Zarzo y los amigos de todos los favorecidos Ramón Navarro,
Mariano Castro, Cristóbal Cuenca, Bautista Arazo y José Ciurana,
conocido en Benimaclet por el “Rullo”.
Inútil es decir los
comentarios que hicieron, los proyectos que tenían y la alegría y
que todos ellos reflejaban en sus caras.
El 16.639 lo han tenido
en su mano no pocos parroquianos de cafés y fondas.
Un chico de los que se
dedican a la venta de billetes, muy conocido de todos los
concurrentes por lo pasado que se pone para despacharlos, ha vendido
algunos décimos a varios parroquianos de los que le compran los
periódicos de la noche.
Parece que hace pocas
noches estuvo en el café Escocés y le vendió dos decimos, que no
han salido premiados, al dueño; poco después volvió con otros
décimos del número diferente y aunque llegó a meterlos en los
bolsillos de algún parroquiano para que se los quedase, no consiguió
venderlos. Era el gordo lo que aquellos infortunados parroquianos
arrojaron lejos de si.
¡La fortuna es loca!
Para completar esta
información diremos que el ciego Antonio Campos (Monserrat) y el
revendedor Antonio Pareja Montolio han expendido en poco tiempo tres
billetes a los que les ha correspondido el premio gordo.”
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